Cerros, valles y quebradas son el paisaje que nos brinda el departamento de Tacuarembó. La capital Tacuarembó, es digna de ser visitada por su particular belleza y es destacable la singularidad y cordialidad de su gente siempre dispuesta a servir al turista y al visitante.
Tacuarembó es el departamento más grande del país y es el único cuyo nombre es indígena. El mismo hace referencia a la denominación que se le daba a una variedad de cañas que abundaba en la zona.
Limita al norte y nordeste con Rivera, al sudeste con Cerro Largo, al sur con Durazno y al oeste con Salto, Paysandú y Río Negro.
En los inicios del movimiento independentista, Tacuarembó fue visto como "Punto Estratégico" desde la óptica militar, política y económica.
En 1835 un comunicado dirigido al ministro de gobierno, definía la zona como parte del "Sostén de la Integridad Territorial" y para el "Orden Interior de la República". El objetivo principal fue poblar la desértica campaña oriental, crear una fuerza para contener posibles invasiones provenientes del Brasil, crear una organización económico - social y afirmar la soberanía en la frontera.
La actual ciudad de Tacuarembó fue fundada en 1912 dejando de ser la "Villa San Fructuoso", que tuvo su origen en 1832 por iniciativa de Bernabé Rivera dándole su nombre en honor a su tío, Fructuoso Rivera, presidente en ese momento de la República.
San Gregorio de Polanco.
San Gregorio de Polanco, fundada en 1850, es actualmente un pintoresco pueblo muy atractivo para los turistas.
Ubicado frente al Río Negro, en el año 1945, con la creación de la represa de Rincón del Bonete y su lago artificial, quedó relativamente aislado de Montevideo y Tacuarembó, sirviendo como medio de comunicación el cruce en balsas sobre el río.
Con la creación de la ruta 43 en 1966, el lago que en un principio los alejó, les brindó una vía de acceso directo para llegar a sus hermosas playas y bosques. En la actualidad, se reúnen grandes artistas de todos los rincones del país, para deleitarse con un paisaje particular en la propia ciudad, ya que desde 1993, por iniciativa del Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana, San Gregorio de Polanco se ha convertido en el Primer Museo Abierto de Artes Visuales. Estas expresiones artísticas pueden ser vistas en muros, fachadas y espacios públicos mientras se recorre la ciudad.
Balneario Iporá.
El Balneario Iporá, surgido hace más de 30 años, es otro de los lugares imperdibles de Tacuarembó.
Está enmarcado por colinas arboladas con pinos y eucaliptos, conformando un bosque nativo, que rodean un gran lago artificial llamado Lago de la Juventud. Este lago tiene una profundidad en su parte más honda de 17 metros, siendo nutrido de vertientes naturales y cautivando con su claridad y pureza.
Presenta una infraestructura para el turista compuesta por cabañas, casas de veraneo, una piscina, un área de camping y un parador que satisface todas las necesidades del visitante.
Para el deportista éste es un lugar donde se pueden practicar varios deportes y si lo desea, recorrerlo en bicicleta deleitándose con los perfumes del bosque.
Valle Edén.
Es un lugar de ensueño. Conformado con una tupida vegetación nativa, en ocasiones convertida en peligrosa maraña, Valle Edén presenta un lugar para el relax y la tranquilidad.
Fue escenario de estudios arqueológicos y topográficos siendo hoy un punto turístico fundamental para quien guste de un entorno natural.
Aquí se encuentra el Puente Colgante sobre el arroyo Jabonería, que es símbolo característico del lugar dándole un particular encanto a la zona.
Cerca de aquí se encuentra el Cerro Cementerio, lugar donde se conserva casi intacto el arte funerario de los indígenas que habitaron esta zona.
En el Valle se encuentra la casa donde pasó su niñez el cantor, compositor y actor uruguayo Carlos Gardel. Cabe destacar que aunque se cuestione su lugar de nacimiento, surge en documentos de identidad franceses y argentinos que Carlos Gardel nació en Tacuarembó el 11 de diciembre de 1887 hijo de Carlos Escayola y María Leila Oliva.