Colonia del Sacramento fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. El aire de la época colonial puede respirarse en sus calles, caminos, construcciones y plazas. También vale la pena visitar Nueva Helvecia, o Colonia Suiza, fundada en 1861 como colonia de inmigrantes suizos, franceses y alemanes, productores de los mejores quesos del Uruguay.
Calle de los Suspiros.
Uno de los paseos más clásicos de la ciudad es la Calle de los Suspiros, un símbolo de la antigua ciudad fortificada. Esta calle está totalmente pavimentada con piedras en forma de cuña y con un desagüe central. Además de su empedrado se caracteriza por el colorido de las casas antiguas construidas de barro y piedra recubiertas de tejas lo que forma una verdadera postal del pasado.
Punta Gorda.
Desde los altos de Punta Gorda puede verse la desembocadura del río Uruguay en el Río de la Plata. Se llega a Punta Gorda por un camino que sale del kilómetro 267 de la ruta 21. Desde la pirámide de Solís, construida en homenaje al navegante español Juan Díaz de Solís, muerto por los indígenas en la zona, se baja por la escalera de Darwin hasta la playa. Esta escalera fue construida donde el científico inglés Charles Darwin recogiera muestras de suelo y de plantas en las barrancas de Punta Gorda en 1833. Es un lugar ideal para apreciar los fantásticos atardeceres que Colonia ofrece.
El Real de San Carlos.
Cuatro kilómetros al norte del viejo casco de Colonia del Sacramento, el Real de San Carlos es uno de los emblemas del departamento. En esta zona en el año de 1761 se instaló el virrey Pedro de Ceballos para sitiar a la colonia portuguesa. Se construyó a principios de siglo un importante complejo turístico por iniciativa de un empresario argentino quien apostó a la llegada del turismo a la zona y construyó una cancha de frontón, una plaza de toros y un casino que funcionaron hasta 1917. Actualmente las ruinas de la plaza de toros son inaccesibles al público debido que se encuentran en peligro de derrumbe.